La Declaración en favor de la educación
La firma de la Declaración Conjunta en favor de la Educación marcó un hito en la historia de la educación española. 19 organizaciones educativas -patronales, sindicatos, asociaciones de padres, etc.-, entre ellas EyG y FERE, firmaron el 17 de septiembre de 1997 dicha Declaración, siendo la primera vez que un texto de este tipo se firmaba en Europa, y el primer paso para un Pacto Escolar.
A partir de entonces se inició un duro trabajo para lograr un pacto definitivo que pusiera las bases de un sistema educativo aceptado por todos, duradero, estable, respetuoso y libre para todo ciudadano, en el que la educación fuera considerada por los diversos gobiernos «una cuestión de la máxima prioridad» y, en consecuencia, «objeto de una política de Estado».
Sin embargo, este acuerdo tuvo también sus dificultades intrínsecas. Las diferentes partes que intervinieron se debatían entre el consenso y el disenso. De esta forma, aunque el documento fue un gran paso en la búsqueda de un espacio común y un precedente importante, era, sin embargo, sólo una primera aproximación. En todo caso, este esfuerzo de la comunidad escolar no fue atendido por el Gobierno de aquellos años, que no impulsó la Declaración conjunta. Tampoco mostró voluntad alguna de transformarla en la base de un consenso político con el partido socialista, entonces en la oposición.
EyG siempre ha creído y defendido la necesidad de un Pacto Educativo. Por ello ha negociado cuando ha sido posible para lograrlo. El segundo intento surgió en noviembre de 2004 con motivo de las reuniones habidas en el Consejo Escolar del Estado en torno al documento Una educación de calidad para todos y entre todos, que el Gobierno socialista remitió como base de la futura reforma para su discusión e informe. Aunque se estuvo cerca del pacto, no fue posible su consecución a pesar del extraordinario esfuerzo realizado por FERE-CECA y EyG junto a otras organizaciones.
El tercer intento se produjo con el ministro de Educación Ángel Gabilondo. El 27 de enero de 2010 el Ministerio de Educación presentó un documento denominado “Propuestas para un pacto social y político de la educación”. EyG y FERE-CECA vieron progresos pero estaban preocupadas porque en el nuevo documento la libertad de elección de las familias continuaba supeditada a la programación que realizaran las administraciones educativas; por la ausencia de alusiones a los titulares de los centros como parte de la comunidad educativa; la ambigüedad sobre el tema de valores; o la falta de referencias a la asignatura de Religión. Todo acabó el 6 de mayo cuando la oposición parlamentaria y otras organizaciones sociales y sindicales anunciaron que no firmarían el documento. Un Pacto de Estado sin la firma del principal partido de la oposición no resultaba viable, así que el resto de partidos se fueron también descolgando. EyG y FERE-CECA manifestaron entonces su voluntad de seguir trabajando en la senda de los acuerdos concretos encaminados a mejorar la educación.