Representatividad
La notoriedad y la representatividad constituyen dos claves dentro de la historia de EyG. Cuando en julio de 1989 EyG queda inscrita en el registro oficial de organizaciones empresariales, su notoriedad era lógicamente casi nula. Por lo que respecta a la representatividad el logro estaba prácticamente conseguido al nacer, ya que la mayor parte de los centros católicos figuraban bajo las siglas de EyG, pero lo difícil fue que se reconociera como organización empresarial en el sector.
En este sentido, fue decisiva para el futuro la impugnación y denuncia del VIII Convenio Colectivo de Enseñanza Privada. Al comenzar la negociación EyG, como organización empresarial más representativa, solicitó su admisión en la mesa negociadora pero su petición fue rechazada. Fue el juzgado de lo Social nº9 de Madrid quien, con fecha de 5 de marzo de 1991, declaró el derecho de EyG a estar presente en la Comisión Negociadora del VIII Convenio Colectivo. A partir de entonces participó activamente en la negociación tanto de este convenio como del IX, ambos previos a la firma del I Convenio Colectivo de Empresas de Enseñanza Privada sostenidas total o parcialmente con fondos públicos, el que de manera coloquial se denominó “Convenio de la enseñanza concertada”.