Las Asambleas anuales de la Federación Española de Religiosos de Enseñanza-Titulares de Centros Católicos (FERE-CECA) y la Confederación de Centros Educación y Gestión (EyG), que se han reunido en Madrid los días 13 y 14 de marzo de 2008 y han congregado a cerca de 300 representantes de titulares de sus 2.200 centros educativos católicos afiliados -más del 70% de la enseñanza concertada española-, desean hacer pública la siguiente
DECLARACIÓN FINAL CONJUNTA
- Como asociaciones que engloban a centros reconocidos por los respectivos Obispos diocesanos como escuelas católicas, nos sentimos en comunión con la Iglesia española y con los actuales responsables de la Conferencia Episcopal Española, a quienes ofrecemos nuestra sincera colaboración y pedimos el apoyo y la confianza necesarios para la tarea educativo-evangelizadora que desarrollamos y para las acciones programadas en defensa de los derechos de la escuela católica.
- Ante la una nueva etapa política que comienza, remarcamos nuestra apuesta por el diálogo con vistas a un pacto escolar, como la única manera de resolver los problemas que hoy tiene planteado nuestro sistema educativo. Del mismo modo, y sin perjuicio de la defensa de los legítimos intereses de la escuela católica, ofrecemos sincera colaboración en la mejora de la educación de todos. Por otro lado, reclamamos el desarrollo de las libertades educativas, el tratamiento igualitario a todos los centros, el estudio del coste del puesto escolar y la consiguiente adaptación del módulo de conciertos, y la rápida aprobación del Reglamento de Conciertos en consonancia con la letra y el espíritu del acuerdo alcanzado por partidos e instituciones en torno a la LOE.
- Manifestamos nuestra enorme satisfacción por el crecimiento que hemos experimentado en el último año. Tras la unión funcional de FERE-CECA y EyG en la Comunidad Valenciana, 80 nuevos centros de ideario católico, en su mayoría diocesanos, han ingresado en FERE-CECA, lo que confirma a nuestras instituciones como entidades mayoritarias de la escuela confesional. Agradecemos a los nuevos centros la confianza puesta en nosotros y nos comprometemos a seguir trabajando en la defensa de los intereses de nuestros afiliados y de la libertad de enseñanza.
- Tenemos ante nosotros un conjunto de retos propios de una sociedad que cambia a un ritmo acelerado y de su propio devenir histórico, con una mayor presencia y protagonismo de los laicos en la vida de la escuela. Para afrontarlos aportamos una doble visión a través del estudio de los «Temas clave» más urgentes y del estudio sobre Calidad, Equidad y Libertad. En ambos la pastoral se revela como el elemento prioritario que unifica y da sentido a nuestra propuesta educativa cristiana.
- La doctrina social de la Iglesia aporta a la gestión de los centros unas directrices generales, no unas normas rígidas y estáticas. Compaginar el ideario del centro con el realismo de lo posible obligará a adoptar ciertas decisiones en materia de remuneraciones, condiciones de contratación y conciliación de la vida laboral y familiar, que van más allá de lo estrictamente legal para inscribirse en la órbita de lo justo. «Cualquiera que pretenda hablar de justicia a los hombres debe ser él mismo justo a los ojos de los demás» (Sínodo de los obispos 1971, La justicia en el mundo, III-1).
- Los resultados españoles en PISA 2006 aconsejan mejorar la política de nuestro sistema educativo en los siguientes aspectos: aumentar la autonomía pedagógica, organizativa y de gestión de los centros al tiempo que se mantiene el apoyo que se recibe del Estado; favorecer el compromiso de toda la comunidad educativa en torno al proyecto educativo de centro; facilitar la adquisición de las competencias básicas (en especial, la comprensión lectora) y establecer metas elevadas y altas expectativas de éxito en los alumnos para frenar el fracaso escolar; promocionar la formación inicial y permanente del profesorado; y continuar con los procesos de integración e igualdad de oportunidades, favoreciendo el desarrollo de escuelas inclusivas.
- Renovamos nuestro compromiso con el desarrollo de las personas y los pueblos, especialmente los más pobres, y por ello manifiestan nuestro compromiso solidario con los más necesitados de este mundo, asumiendo la animación de la nueva FUNDACIÓN DE RELIGIOSOS PARA LA SALUD, que da continuidad a la labor de cooperación internacional promovida por FERS.