Discriminación y oportunismo en el borrador del Plan para la Reconstrucción de España
1 de julio de 2020
El borrador que está trabajando hoy en el Congreso la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica de nuestro país, discrimina a las familias que eligen la enseñanza concertada, trata de hundir a todo un sector aprovechando la debilidad provocada por la pandemia y consolida el tono absolutista de Podemos frente a la pluralidad educativa que corresponde a una sociedad democrática y prevalece en toda Europa.
La oportunidad que supone el Plan para la Reconstrucción Social y Económica de España tras la pandemia por el COVID-19 debería servir para que nuestro país salga fortalecido de esta crisis. Se invoca la unidad de todos para salir de esta situación y, sin embargo, se están aprovechando las circunstancias para introducir cuestiones ideológicas ajenas a las consecuencias del COVID-19 en el ámbito educativo que con toda seguridad luego se consolidarán en la futura LOMLOE.
El Gobierno, inclinado por la imposición de Podemos, ha introducido unas propuestas que, en contra de lo que siempre aseguran desde el Ministerio de Educación, suponen un claro ataque a la enseñanza concertada. Según las palabras de la propia Ministra de Educación, esta enseñanza no tiene nada que temer, y mientras tanto se promueven ayudas exclusivas para la enseñanza pública y se anuncian puestos en la enseñanza pública para todos los españoles, especialmente en la etapa 0-3, excluyendo deliberada y explícitamente a la enseñanza concertada. Todo ello supondría en la práctica la asfixia de la enseñanza concertada. Esta deriva dictatorial, impropia de un país democrático y plural, nos hace preguntarnos quién está realmente gobernando en España.
Si finalmente resulta aprobado en el Congreso el borrador del Plan para la Reconstrucción Social y Económica en los términos actuales, nuestro país avanzará en la dirección contraria a la que camina Europa, donde la escuela concertada tiene una larga tradición. Algo que se puede corroborar a través de “Las 10 verdades de la concertada”, una iniciativa de Escuelas Católicas en la que representantes de la concertada en Europa nos relatan en primera persona cómo es la financiación que reciben del Estado, en qué contexto se desarrollan, cómo es su actividad docente, y de qué forma se garantiza la libertad de enseñanza, etc. Esta información se puede consultar en https://www.escuelascatolicas.es/mes-de-la-concertada-en-europa-y-en-espana/. Resultaría muy interesante que nuestros políticos conocieran la situación de la escuela concertada en Europa, una escuela que no es exclusiva de España, como algunos quieren hacer creer a los ciudadanos para afianzar absolutismos y prácticas dictatoriales, y así diluir libertades.
Sobre Escuelas Católicas
Escuelas Católicas (EC) es la marca de la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza-Titulares de Centros Católicos (FERE-CECA) y de Educación y Gestión (EyG). FERE-CECA asocia desde 1957 a los titulares de los centros educativos y EyG los representa en su vertiente empresarial desde 1989. Actualmente integra a 2.008 centros educativos católicos, la mayoría con algún nivel concertado. Gran parte de ellos son centros integrados, es decir, que cuentan con más de una etapa. Si separamos por niveles educativos hablaríamos de 1.779 centros de Educación Infantil, 1.723 de Educación Primaria, 1.663 de Educación Secundaria (ESO o FP Básica) y 774 centros de Bachillerato o FP de Grado Medio o Superior, es decir, de 5.939 entidades pedagógicas. En ellos se educan 1.202.146 alumnos y hay 100.858 trabajadores, de los que 82.134 son docentes.
Escuelas Católicas supone el 15% del total del sistema educativo y el 60% de la enseñanza privada concertada, lo que la convierte en la organización más representativa de este sector.